miércoles, 5 de septiembre de 2012

Yo, y luego yo otra vez.




Estaba rota por dentro... y parece que hasta ahora quería seguir autodestruyéndome, me he empeñado concienzudamente, he ido poco a poco aplastando mi moral y olvidando lo que merezco, en un vano intento por justificar que si me castigaba así era por un motivo de peso o porque iba a obtener algo... 
pero no existe tal motivo.
Es hora de romper con todo eso que no me deja ser la de siempre, que no me deja levantarme. Con todo aquello que me mantiene atorada en este bucle.
Creo que ya ha sido suficiente, y creo que ya es momento de borrar esa imagen de mierda que me he atribuido a mi misma y a los demás ultimamente, de persona débil y vulnerable, sin un ápice de voluntad.

 
Las hostias siguen doliendo, siguen atizándome y desmoronándome, porque llegan de sopetón y sin que me las haya buscado o me las merezca, porque creo que no me las merezco, más bien lo contrario...aun así, aqui están.
Y como sé que me merezco más bien lo contrario, creo que es hora de dar el paso y de buscar esa recompensa a mi misma por mi templanza, por la dedicación que he puesto en todo lo que he hecho.
No me arrepiento de haberme equivocado a lo largo de mi vida, de haberme tropezado. En su momento estaba justificado el caer e incluso creo que es algo necesario, pero ya no lo está y no voy a quedarme tendida en el suelo lamentándome.
Por tanto, y estoy convencida, no voy a permitir que nadie haga que vuelva a caerme. Me estoy levantando muy lentamente, pero con más fuerza y decisión que nunca.
Siempre orgullosa, de mi gigantesca capacidad de querer, de dar todo lo bueno que hay en mi...
sobre todo estoy conforme con eso, porque sé que son actos que han sido marcados y determinados por que algo dentro de mi me pedía actuar así, y no voy a culpar a mi instinto.
He ganado muchas experiencias preciosas que pasarán a ser recuerdos imborrables, y he ganado otras tantas que no han sido tan bonitas, pero que me serán útiles para no volver a caer en ellas ni repetirlas en un futuro.
El camino va a ser lento, pero tengo mucho tiempo para recuperar esa sonrisa...y no pienso detenerme en mi camino.



martes, 12 de junio de 2012

Manual básico para salir del paso...



Lo estuve reflexionando y entonces me di cuenta, de que la esencia en si, se había ido...y aprendí a estar lejos, a estar sola. Aprendí lo que es echar de menos de verdad. El significado de la palabra distancia y como duelen cada una de sus letras. Aprendí forzosamente lo que es estar triste, y vivir inmersa en esa tristeza. Lo que es llamar para escuchar una voz. Cogerse autobuses sólo para ver unos ojos. Al principio con ilusión, pero poco a poco perdiéndola. Aprendí también lo que es el miedo a perder a alguien, y lo que es el miedo después de haberlo perdido. Se supone que llorar ya sabía, pero también tuve que aprender a esconderme si quería hacerlo, y a sonreir cuando no me apetecía.
También sé que tengo que aprender a hacerme fuerte. Aprender a tragarme las ganas, las lágrimas, las palabras...y asumir que no las cosas siempre salen como una quiere, que si todo fuese así, la vida sería demasiado fácil. Aunque, para qué voy a negarlo, me encantaría que las cosas se me presentasen de una manera más sencilla, más llevadera. Me encantaría despertar mañana y que, los fantasmas que me angustian desaparezcan completamente y me dejen en paz, empezando por mi debilidad y continuando por mi puta indecisión.
Pero considero que para eso, voy a tener que luchar hasta conseguir que las cosas ya no me duelan, llegará un momento en el que nada me duela.Creo que me lo merezco.